Tu nombre, Nadim, evoca mil recuerdos.
Sí, Nadim, Nadim.
Juegos iniciáticos, carreras en la medina.
Bromas a tenderos incautos.
La madrasa y la disciplina
El ritmo monótono de las suras.
El despertar sexual.
Juntos, primero;
Compartiendo las esclavas de tu padre, después
La iluminación:
al descubrir el libro sagrado,
su significado.
Sumergirnos juntos,
En la sabiduría de los antiguos,
En la orgía vital de la juventud.
Preferiría yo,
las fiestas de antaño.
Compartir contigo:
el licor prohibido,
Las huríes terrenales,
los mancebos imberbes.
Entre las dunas, escondidos,
Mi señal esperan mi hombres.
Para atacar tu campamento nocturno.
Luchar, aniquilar, saquear.
¿Podré acaso yo, a ti enfrentarme?
¿Mirarte a los ojos, cruzar mi acero contigo?
¿Matar a mi amigo, mi hermano?
Abriendo caminos
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario