lunes, 7 de enero de 2013

DOBLE TRAVESÍA DEL DESIERTO (Huída de Alejandría)


Sólo le sorprendió, al principio, el olor a polvo.
Como en la biblioteca, sin embargo…
sin el toque dulzón de los años, de la humedad; de la sabiduría
- podredumbre, otros dirían -.

Escapar de la biblioteca. Con una doble carga:
Los voluminosos rollos de papiros, el conocimiento de los antiguos.
Y más pesada aún, la responsabilidad.
Los más difícil, la selección;
escasos minutos para elegir.
Qué salvar, qué dejar atrás.
Algo de teatro, tratados de filosofía.
Astronomía, matemáticas…
Todo lo que se opusiera al nuevo reino oscuro,
Solo retazos del glorioso pasado.
“Un manto de silencio acecha, huye”,
-e dijo su maestro.
Al final fue el tamaño y el peso.
Atrás quedó tanto.

Vio las columnas de humo en la lejanía.
“¿Cuál será la nuestra, la pira de nuestra desolación?”
y llorando se alejó de Alejandría,
todo aquello que conocía, dejando a su espalda.

Duras etapas de tierra y arena,
de escasa comida fría, de compañía ingrata.
Y según se acercaba el invierno y las noches heladas,
según raleaban los arbustos,
se preguntaba cómo se calentarían,
si no le forzarían a usar sus preciados manuscritos,
perdiendo todo: esfuerzo y conocimiento, vidas en vano.

Y si superaba la prueba, a qué puerto arribaría,
dónde se encontraría a salvo.
Quién, en momento tan complicado, comprendería.
Si las palabras que portaba,
-la belleza, la erudición, la rima-
encontraría refugio.
Después de todo,
¿no habría sido todo un breve destello de luz,
un estrella fugaz en una noche de falso verano?




domingo, 3 de junio de 2012

STELLAR DEATH #1




No sé bien si danzo a tu alrededor
o compartimos un mismo centro:
en mi egocentrismo, eres tú quien gira.
Las referencias y las percepciones se confunden.

Advierto cómo tu energía se consume:
cómo te inflamas a cada nueva ola de ¿pasión?
Cómo te agotas en etapas más y más cortas.
                                        (más y más intensas)
Una tras otra tus fuentes sucumben,
Y, a borbotones, te expandes.

Solo tú cubres mi cielo,
Solo tú, durante esos fugaces últimos instantes,
ocultas el resto del universo.
Hasta que en tu último estertor mortal
me abrazas y engulles.

“Polvo al polvo”, a mis orígenes regreso.
El ciclo completo, la epopeya termina.

                                                 Finalmente uno.

lunes, 22 de agosto de 2011

ARUNASIL'S DREAM

The Gods call:
Indar, Mitrasil, Nasattyana ...
Arunasil demands.
To the East or West,
deep into de South.
Where the Sun is born,
searching for his golden source.
To the hidden West and beyond,
the holy resting place, behind the horizon,
further than the unbound lake.
To conquer the soft, fertile lands,
grab the riches of the decadent,
and learn all they know.
We will become...
Kassites, hittites, celts, hindus.
Indeed, to conquer and be conquered.
To mix and be great.
Fire and sword; wheel and horse.
And with the hard steel,
new civilizations will arise.

jueves, 18 de agosto de 2011

LA CAIDA DE UR

¡Que eternos! Pensábamos que éramos,
a los dioses sirviendo.
De brillantes palacios, de magníficos templos;
imponentes nuestras torres.
Indestructibles, nos creía nuestro orgullo.
Ur, el centro del universo: Kishshati.
Sí, creíamos, a los dioses sirviendo.

Mas de las desoladas montañas,
los elamitas llegaron.
Ocho asaltos resistimos, al noveno las murallas cayeron,
junto con nuestra soberbia.
Ni palacios ni templos o jardines;
ni reyes, sacerdotes o escribas.
Tampoco mujeres o artesanos. Ni esclavos dejaron.
Todo sueño, igualado, por el fuego y la espada,
junto con la soberbia.

Sumer y su cultura, los archivos y los sellos.
-las extraordinarias estatuas-.
Todo a la tierra regresa, a la arcilla.
Las leyes otorgadas por Ur-Nammu,
las escuelas de escribas de nuestro señor Shulgi....
Solo polvo, barro en el templo de Nanna,
que, secuestrado, cambia de rumbo y retorna al Este.
Todo a la tierra regresa, solo queda arcilla.

Pero ni arcilla queda,
para que este pobre escriba relate el desastre.
¡Ay! ¿Quién escribirá de los dioses las gestas,
las hazañas de los héroes,
de mi pueblo los lamentos?

martes, 16 de agosto de 2011

GILGAMESH Y ENDIKU


Sediento está Gilgamesh,
señor y héroe de Uruk.
Mitad dios, hombre siempre.
Sin cesar, bebe y bebe:
de las doncellas de la nobleza,
... de puros pechos e inocentes sonrisas;
de las bocas de las sacerdotisas,
... todo voluptuosas curvas.
Y no rechaza las copas -siempre generosas-
de prostitutas de arrabal;
Ni fiesta o turbamulta en las bajas tabernas.
La ciudad, caos y tumulto bajo su dominio.
A los leones persigue, las bestias huyen, nada a salvo.
Todo por calmar su insaciable ansia,
su perenne búsqueda.
Sí, destrucción y caos siembra,
y hasta los dioses lo temen.


Pero éstos, juguetones, conspiran:
Endiku, el salvaje, de arcilla es modelado.
Fuego con fuego, apagar quieren.


El encuentro terrible:
la tierra tiembla bajo los pies de los adalides.
Sudorosos luchan,
estrechamente unidos, cual extraño animal.
Danza violenta, sexual,
de dominio y poder.
Pero al cabo Endiku se impone.
Gilgamesh, maravillado, amigo le llama,
y a la ciudad abrazados caminan.

Las meretrices en sus lares lo agasajan.
En su lares, lo lavan, lo acicalan.
Él, noble bruto, de sofisticadas costumbres ignorante,
deja hacer.
Vestido es con delicados, vaporosos tejidos.
Ungido con suaves aceites y esencias.
Gilgamesh, asombrado y sonriente,
su mano toma:
al tálamo lo conduce,
su único, verdadero amigo.

martes, 1 de febrero de 2011

HERCULES DESDE LA CIUDADELA

No solo héroe, sino dios, nos observas.
Tu templo decae; sus piedra, robadas.
Las hordas que a los tuyos siguieron imitan su gracia.
No importan: todos sucumbieron al tiempo.
Escasas son las columnas que dan testimonio.

Ya en el Olimpo, ríes tú.

domingo, 6 de septiembre de 2009

YA REGRESO, TARDE



Y regreso. Al atardecer regreso al hogar.
Los dorados templos me indican el camino,
conduce la marea a puerto seguro.
Me espera mi amante.

¡Qué! No sale a mi encuentro en la bocana,
en el estuario del Akragas;
ni junto a Poseidón está.

Corro, asciendo el camino de la Akrópolis.
¿Puedes ser que no haya recibido noticias,
que no haya visto desplegadas,
las velas al viento?

Mi corazón galopa más rápido,
mi mente regresa al pasado.
Y oigo su risa junto a la estatua de Herakles,
junto al templo.

Podría verlo, escondiéndose,
mientras abandona su túnica, seductor.
Y me agito más mientras mi paso acelero,
junto a mi respiración.

Pero, ¿qué? Ya no hay nadie en los templos.
Los nobles cultos, sagrados, han decaído.
Como las columnas doradas, que desde el puerto antaño se veían,
esparcidas por el suelo, deslucidas.

Los bárbaros llegaron, lo arrasaron todo.
me dice el viento entre las ruinas.
Saquearon los templos,
Destruyeron las bellas estatuas de los efebos.

O tal vez fueron los Atlantes,
desencadenados, celosos,
quienes todo lo destruyeron.

¡Júpiter Olímpico!
¿Por qué lo permitiste?
¡Tú! Marte triunfante
¿Por qué la derrota nos diste?
Atenea, Atenea.
¿Acaso la cultura no se perdió también?
Pero tú, ¡Apolo!
¿Tan celoso estabas de mi amor por él,
que dejaste caer la civilización?

Yo regreso, tan tarde.
Y me amor no me espera.

¡Venganza, venganza! Clamo venganza.
Pero sólo me queda mi pasado, mis sueños.
......... y un amor perdido.



martes, 1 de septiembre de 2009

BIZANCIO

¡Gloria al Imperio!
Al pasado, al presente.
Al futuro.

Pasado, que nos dio
cultura y sabiduría.
Y el dulce arte del hedonismo.
Futuro, donde proyectamos
esperanzas y sueños.
Presente, bajo Sol en un claustro porticado.

Gloria a Bizancio.
Unión, puente.
Prefacio y epílogo.
Sueño de Occidente en Oriente,
mito transpuesto al presente.

Ave Imperium.
Los que vivimos
te saludamos.

sábado, 22 de agosto de 2009

¿ORFEO O ULISES?

¡No, no! Yo no soy Orfeo,
aunque recorra el gris Hades,
para recuperar la memoria
de un perdido mundo griego.

Seré Ulises.
Las sombras de los helenos
cobrarán nuevas vidas.
... regresaré a Ítaca.

sábado, 11 de julio de 2009

EUNOSTOS

Mi vagabundeo, debo seguir.
Navegar de hombre en hombre:
porque no puedo recalar en ningún puerto,
que no hay cuerpo que me acoja.

¡Eunostos, Eunostos!
Mi parádeisoi perdido, mi refugio añorado.
Ningún faro conduce a seguro.
A los abiertos brazos del amante,
al ágora, por donde los dioses deambulan,
junto a los mortales.
Al firme suelo, lejos de la zozobra.

Eterno cabotaje de Tántalo, avistando la segura costa:
sobreviviendo con escasa agua, a duras penas robada.
Nunca saciado. Sabiendo de su frescura, siempre soñada.
Finalmente arribar y beber,
de sus labios, de ese amante nunca encontrado.