sábado, 7 de febrero de 2009

GACELA Y LA FIESTA DEL ESTÍO

La gacela,
Aquella blanca gacela,
que en el arroyuelo bebe.
De suave pelaje,
y grácil movimiento.

Mi lanza preparo,
sigiloso me acerco.
Si mía fuera,
¡qué presente! ¡qué rica dote!

Mis tres hermanas,
la piel curtieran.
Mi anciana madre,
con flexibles tendones
la cosiera.
Ocres y bermejos,
la adornarían.
Con dientes y colmillos,
con multicolores y pulidas piedras,
luciría.

Para Naj-Naj, de bruna cabellera.
En el río la vi, el pasado estío,
en la reunión anual,
la gran fiesta tribal.
Apenas mujer, de generosas caderas.
Como la diosa madre, fertilidad prometía.

Este verano, la nueva reunión.
Convenido fue:
por mujer la tomaré.
Vestirá entonces, bajo la luna llena,
mi suave piel de gacela,
Mis riquezas, mi prestigio:
joven cazador,
de un gran jefe hijo.

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