sábado, 7 de febrero de 2009

TRES MUERTES

En el reino prohibido,
de las mujeres reducto.
Saltando de azotea en azotea voy,
con sigilo.
Furtivo cual ladrón,
pues a robar tu amor marcho.

Tu amor me sería negado,
¿cómo podría ser de otra forma?
Una esclava, de casa opuesta.
Dos tribus nunca existieron,
con más encono enfrentadas.

A la ventana de tu ama me acerco.
triple muerte me espera.
De tu dueño,
de mi casta amargo enemigo.
De mi padre,
tamaña afrenta de un hijo no hubo.
Por mi gumía y mi mano,
si tu favor no me dieras.

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